LA PRINCESA Y LA CERDITA

MI PEQUEÑO GRAN LIBRO

LA PRINCESA Y LA CERDITA de Jonathan Emmet

Hace ya un tiempo que traje este libro para tenerlo en la Biblioteca donde trabajo y me ocurrió algo muy gracioso. Muchas veces, y tratándose sobre todo de libros infantiles-jueveniles, antes de

catalogarlo me lo suelo leer. Con éste lo hice y conforme lo terminé me invadió esa risa tonta que te da cuando quieres reirte pero no puedes porque tienes a gente delante o estás en una situación no muy adecuada para soltar la carcajada. Claro, yo estaba en la Biblioteca, y había gente por ahí. Eran sobre todo mamás con niños, tampoco hubiera pasado mucho si rompo a reír allí, pero me dió la vena responsable y no quise. Aunque tuvo que notárseme tanto el esfuerzo que estaba haciendo por evitar la risa que una mamá se me quedó mirando y me dijo: ¿Estás bien, Juanjo, te pasa algo? Fue decir esta frase y empezar a reirme a carcajadas ante el asombro de mamás y niños. Luego, claro, les expliqué todo, y mira por donde, resultó ser la mejor publicidad que le pude hacer a este libro, porque al final querían todos llevárselo.

"La Princesa y la Cerdita" de Jonathan Emmet es un libro de.... ¿princesas? En un libro de "princesas" suelen ocurrir dos cosas:

1. Que una chica muy guapa, siempre de clase muy baja, gracias a algún desiginio mágico o una inmensa fortuna acabe enamorando al príncipe de turno.
2. Que un chico muy guapo, siempre de clase muy baja, gracias al ingenio, la fuerza y muchas veces también algún designio mágico acabe salvando a una princesa encerrada, o presa de algún monstruo, o aquejada de un terrible mal.

 En los dos casos el final es el mismo: BODA.
Bueno, pues en Mi Pequeño Gran Libro de hoy, ocurre algo así, pero no exactamente así. En La Princesa y la Cerdita no es todo como te puedas imaginar, hay alguna variación, cierta sutileza que lo hará algo diferente... no puedo contar mucho más.
Sólo espero que lo leáis y os den las mismas carcajadas que a mí me dieron.
Muy recomendable para contar a niños a partir de los 3 años. Para leer solito, mejor a partir de los 6 años.